La ambición de Matvey Safonov: competir por el portero número uno del PSG

Este verano, el Paris Saint-Germain (PSG) recibió al portero ruso Matvey Safonov por una tarifa de transferencia de 20 millones de euros. Deseoso de desafiar a Gianluigi Donnarumma por el puesto titular, Safonov inicialmente hizo declaraciones audaces sobre sus ambiciones en el club. Sin embargo, después de su segundo inicio consecutivo contra el Reims el sábado, donde el partido terminó en empate 1-1, el jugador de 25 años ha adoptado un enfoque más mesurado en cuanto a su lugar en el equipo.

Apuntando al primer puesto

Al unirse al PSG procedente de Krasnodar, Safonov fue claro sobre sus intenciones: “¿Ser el portero número dos del PSG? No entiendo eso. Nadie me ha dicho nunca que soy el número dos. Vine a París para competir. Quiero jugar al fútbol. Incluso si me hubieran etiquetado como el número dos, no habría escuchado. Depende de mí dar lo mejor de mí. No me veo como el número dos. No quiero ser un jugador suplente”. Estas declaraciones reflejaban su deseo de consolidarse como una pieza clave en el club capitalino.

Confianza en sus capacidades

Tras haber hecho el cambio por 20 millones de euros, el portero no expresó ningún temor a competir con Gianluigi Donnarumma, que ha realizado actuaciones impresionantes con el PSG: “Fui suplente en el primer partido, luego me convertí en el portero número uno. Siempre he sido el número uno hasta ahora. No puedo ser un sustituto. Todo esto es sólo prejuicio. No importa de dónde vengo… lo entiendo. Soy rusa y nadie me conoce aquí en Francia. Quizás no hayan considerado convertirme en el número uno de inmediato. Pero creo en mí mismo”.

Reconocer la jerarquía actual

Después de su reciente partido contra Reims, Safonov mostró una nueva cautela respecto a su papel dentro del equipo: “Estoy muy feliz de estar en el PSG, pero todavía tengo que trabajar duro. A veces mi equipo me necesita y estaré listo para hacer mi trabajo. Entiendo que Donnarumma es el número uno aquí. Pero estoy aquí para mostrarle al entrenador y al equipo lo que puedo hacer. Cuando mis compañeros me necesiten, ahí estaré. Tengo una vida tranquila en París. Mi casa está cerca del campus. A veces voy a la ciudad, pero paso la mayor parte del tiempo en casa. De lo contrario, es entrenamiento, entrenamiento y más entrenamiento”. compartió en la zona mixta.